Alan Rusbridger, editor en Jefe de The Guardian, escribió un detallado relato sobre cómo el gobierno inglés destrozó material informático con el supuesto fin de frenar las investigaciones disparadas tras la filtración generada por Snowden en la entrevista con Glenn Greenwald. Recomiendo leer el artículo completo, pero, en síntesis, el periodista explica cómo, ahora, una marca británica tan emblematica hace la mayoría del trabajo de investigación en Nueva York o Brasil.
Esta frase resume mucho de lo que implica manejarse con medios de comunicación electrónicos si trabajás con material sensible (la traducción, tomada del texto original, es mia):
“(…) iría en contra de toda recomendación hacia Greenwald (o cualquier otro periodista) pensar en cualquier tipo de comunicación electrónica como una comunicación segura. El trabajo de The Guardian en la historia de Snowden necesitó que muchas personas tomaran una gran cantidad de vuelos para tener reuniones cara a cara. No es bueno para el medio ambiente, pero cada vez más es la única manera de operar. Pronto estaremos escribiendo, otra vez, con lápiz y papel”.
Yapa: luego de publicar este post se me ocurrió preguntarle a Greenwald, por Twitter, sobre alguna recomendación básica para periodistas. Me contestó algo que para muchos será obvio, pero que él reconoce haber aprendido con el tiempo. Hay que encriptar toda comunicación sensible.
@fernandezpm @AntDeRosa @MichaelKelleyBI I think all journos working with anything sensitive should only use encryption (a lesson I learned)
— Glenn Greenwald (@ggreenwald) August 19, 2013